VALENTIN LETELIER (1852-1919)


"La causa de los pobres fue siempre la causa de los corazones más generosos. La causa de los pobres debe ser la causa del radicalismo"

Fue un político e intelectual chileno, siendo muy pequeño se traslada a la ciudad de Talca para estudiar, la que continuaría posteriormente en el Instituto Nacional de Santiago. En 1872 ingresó a la Universidad de Chile a estudiar Leyes, y para costear sus estudios fue inspector suplente del Instituto, y dio clases de Historia en el Instituto Americano. Se tituló de abogado a principios de 1875.
Una vez egresado de la Universidad de Chile, Letelier fue nombrado profesor de Literatura y Filosofía en el Liceo de Copiapó (mayo 1875). Junto a otros profesores, creó allí una Academia Literaria y participó en la publicación de la revista Artes y Ciencias. Participó asimismo en la prensa de la zona: primero fue redactor y luego director del diario El Atacama, principal vocero del Partido Radical en la zona norte y al cual Letelier se adscribió. También fue miembro activo de la Compañía de Bomberos, secretario de la Sociedad de Instrucción Primaria y miembro destacado de la Masonería de la región
Valentín Letelier formó parte de la Academia Literaria fundada por José Victorino Lastarria, centro del intelectualismo de avanzada de la época, inspirado en el principio de solidaridad humana que involucraba la adscripción al pensamiento comtiano.
Siguiendo estas ideas, alentó y fue secretario de la Liga Protectora de Estudiantes. Su camino de aprendizaje se orientó así definitivamente hacia la teoría y práctica de la filosofía positivista.
En febrero de 1878, Letelier volvió a Santiago y ese mismo año fue proclamado diputado suplente por la agrupación de los departamentos de Copiapó y Caldera. Su actuación política, sin embargo, fue mínima. El 17 de diciembre de 1881 fue designado secretario de la recién creada legación en Berlín, Alemania, cuya jefatura fue encomendada al ex intendente de Copiapó, amigo y suegro de Letelier, Guillermo Matta. Su estadía por casi 4 años en ese país, lo puso al día en el sistema de enseñanza más avanzado de ese entonces. Además, participó en la tarea de fomentar y dirigir la emigración europea hacia nuestro país, para lo cual escribió un texto de propaganda titulado Chile en 1883.
De regreso en Chile (1885), Letelier tuvo la ocasión de madurar toda la experiencia adquirida. Ganó dos concursos literarios (1886) con sus polémicas obras De la Ciencia Política en Chile y Por Qué se Rehace la Historia, y pronto se vio empeñado en la reforma de la enseñanza y su extensión.
Logró el envío de profesores a perfeccionarse al extranjero e incorporar el curso de trabajos manuales en los colegios. Abogó por la enseñanza de la mujer y contribuyó al establecimiento del sistema concéntrico de estudios, y a la creación del Instituto Pedagógico (1889).
Valiosísimo fue también su aporte a la enseñanza universitaria como profesor de Derecho Administrativo en la Escuela de Leyes en 1888. Planteó una orientación científica y sociológica, ajena a todo dogmatismo. Desde la cátedra y sus escritos abogó por la reforma del plan de estudios jurídicos.
Continuó participando en política. El mismo año fue elegido diputado por Talca y en noviembre le tocó redactar el programa del Partido Radical. En su escrito Ellos y Nosotros (octubre 1889) aludió a los liberales y expuso la teoría de su partido: el amor por principio, el orden por base y el progreso por fin.

En reconocimiento a la vasta labor realizada en el campo de la cultura y de la educación, Letelier -catedrático y miembro del Consejo de Instrucción Pública en dos ocasiones, y en ese momento fiscal del Tribunal de Cuentas del Estado- fue elegido por unanimidad del Claustro Pleno del 15 de agosto de 1906, como rector de la Universidad de Chile.
Su rectorado se caracterizó por su empeño en la renovación de la enseñanza secundaria y superior. La modificación de los planes y programas, la creación de cátedras de especialización, el impulso a la investigación con la creación del Laboratorio de Psicología Experimental y del Servicio de Sismología, fueron algunos de sus logros.
Luego de su renuncia al cargo, el 2 de julio de 1909 -debido a un conflicto estudiantil en la Escuela de Medicina-, fue nuevamente electo Siguió con su acción renovadora y progresista hasta 1913, cuando por la promulgación de la ley de incompatibilidades, debió renunciar para seguir su labor de fiscal.
Retirado de la cátedra y de la rectoría, Letelier continuó con su labor investigativa. En 1917 y 1919 publicó dos de sus más grandes obras de sociología jurídica y las últimas de su vasta producción intelectual: Génesis del Estado y Génesis del Derecho. En septiembre de 1918 dejó la fiscalía, debido a una salud bastante quebrantada.

Falleció de un ataque al corazón, el 19 de junio de 1919

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